En nuestra comunidad educativa, los docentes y formadores son guías y acompañantes en este camino, no solo enseñando, sino viviendo con pasión su vocación. Inspirados por Don Bosco, fomentamos un ambiente de confianza y diálogo, donde cada niña y joven desarrolla sus talentos y crece en libertad responsable.
Además, incorporamos espacios de reflexión diaria como los Buenos Días, momentos clave para fortalecer valores y orientar a nuestras estudiantes en su vida cotidiana.
Así, el IMA sigue fiel a su misión: educar con amor, formar con alegría y transformar con esperanza.